LA MIRADA DE LOS OTROS

Un descuido en el baño de un hotel puede acabar en una sentencia definitoria.

Cada uno al final cumple con sus expectativas. Y si no, es igual, ellos se ocuparan de que así sea. ”Esfera grande, correa flexible pero rotunda, sin lugar a dudas, el reloj de un marinero”. Un descuido en el baño de un hotel puede acabar en una sentencia definitoria.

¿Es posible romper con el mazo, la mesa de madera y el jurado popular? ¿Hacer una reestructuración y mandar al desempleo a jueces, abogados defensores y fiscales?
Cuanto más camino más me duelen los pies, pero también he aprendido a sortear meandros, fieras en el bosque y violadores en las calles oscuras del sur. Sin embargo, aún no he sido capaz de acabar con ellas o de al menos, desoírlas. Las expectativas ajenas, ésas que nos recuerdan cada día quienes no somos o qué nunca llegaremos a alcanzar.

Sería maravilloso, por una vez ser reconocida por fin por lo que una misma es. Y que eso fuera suficiente.

Comentarios

CrisSBarbarroja ha dicho que…
...sí... y que nosotros mismos nos reconociésemos sin necesidad de los otros!
prometeo ha dicho que…
me quedo con mis sueños...ignoro sus juicios...
Ana Laura ha dicho que…
¡Qué maravilloso y qué difícil de lograr!!
marta mediano ha dicho que…
Eso creo que es imposible, Loto, al menos eso dice la Antropología, todos nos definimos en función del otro, del que consideramos diferente.

Aunque quien sabe...
marta mediano ha dicho que…
Te envidio entonces, prometeo :P
marta mediano ha dicho que…
¡Sí, Ana Laura!

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