Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2019

CAMBIO DE PAPELES

 Me gusta que pienses que pueda guardar en alguna de mis cajas de hojalata, mapas o instrucciones capaces de hacerte entender la vida cuando no todo son aplausos y rock n roll. Bravo Murillo apesta, y tras cinco locales de kebah,  mis lágrimas se ha transformado en gasolina.  No soy una virgen a la que encerrar tras un cristal y venerar. Y  no es verdad que me rindiera. Desde que ya no estás aquí, Madrid parece haberme regalado una eterna primavera. Mientras, la gente  me mira con pena y me pregunta si estoy bien. Sinceramente ,   creo que no estoy a tu altura . ¿Cuánto se tarda en olvidar a alguien?  Me gusta tu inocencia al preguntar. Tu necesidad de respuestas. Que pienses que yo pueda guardar, en alguna de mis cajas de hojalata, instrucciones o un mapa, capaces de hacerte comprender la vida cuando no todo son aplausos y  rock and roll. No lo sé. A veces, una mordida en el labio. Otras, ciento cincuenta resacas. Dos décadas y una nueva mujer. Un par de minu

DEMASIADA FELICIDAD

Aquellos días de verano en la Rue Gaston Carré, solía pasarme horas mirando a través de la ventana y preguntándome quién era. Por aquel entonces tú me querías. Mucho. Algunos años después, tumbada en la litera de un sucio hostel , volvía a hacerme la misma pregunta mientras anotaba en mi diario de viaje una divertida y clarificadora conclusión: he vuelto a intentarlo con los sudokus, con el mismo resultado: no son para mí. Me había marchado a Ponferrada en busca de respuestas y un buen motivo que me permitiera regresar a Madrid y olvidarte. Lo que no sabía es que vivía empeñada en encajar en tus misteriosos cuadritos blancos del mismo modo que el  hombre gris rellena diariamente y a boli, la hoja de pasatiempos de El País entre las estaciones de Móstoles Central y Nuevos Ministerios. Un chico me mira en el Metro. Le descubro. Baja la mirada, tímido. Había olvidado que podía resultar atractiva para alguien.   Cuando vuelvo a casa de mis padres siempre me convierto en la niñ