EN CERVEZA
Hay días en que mis pies despiertan disléxicos y congestionados, y olvidan conjugar tobillo rodilla peldaño. De bruces contra el rodapié se me hace añicos el entusiasmo, y con el recelo partío deseo como los abuelos (por lo bajo): que los canales de mi televisión amanezcan mudos (o yo sorda), que a los amantes de los dedos las caricias les resbalen, que las buenas nuevas del buzón sean arrastradas por un extraño tsunami, que los rostros de los marcos del salón desaparezcan en formas de origami. y que las petunias del balcón se mustien con el primer rayo de sol de la primavera Y como tú no estás calmo mis ganas de llorar en cerveza.