LA NIÑA DE PORCELANA

La niña de porcelana estudia Comercio Internacional y gasta escote y piernas largas. Su piel es clara como el gotelé y su nariz, chata como el escalón de mi cocina. El brillo de su maquillaje deslumbra las miradas de pequeños hombres de veinte años que sueñan con presentársela a su madre o tirársela en los baños de un bar.

Yo, sin embargo, soy más bien de cerámica. Quizá por eso nunca acabo de romperme.

Comentarios

Amando García Nuño ha dicho que…
Soy un pequeño hombre de latón, aproximadamente de veinte años. No sueño, los latonistas somos así, pero -si lo hiciera- sería con las niñas de cerámica, para lo que fuera.
Salud-itos
Vértigo ha dicho que…
Me alegra que nunca te termines de romper. Es una suerte.

Entradas populares de este blog

B.

CÓMO NO ME VAS A QUERER

CARTA-CANCIÓN