COMPAÑÍAS QUE INSPIRAN
"Tienes que escribir, hay gente que espera tus palabras como la inocencia y la sorpresa el día de San Valentín".
Nunca acabo de creerme que alguien pueda tenerme de favorito en su explorador, del mismo modo que me cuesta imaginar que un hombre apuesto e inteligente me esté pensando al llevarse el cucharón a la boca. Pero pasa, y tras unas cañas, mucha complicidad y pocas respuestas, agarro mi roída libreta negra, víctima del día a día, de la rutina y mi dejadez. Y escribo.
Hacemos repaso. La gente se empareja. ¿Por qué?, ¿Es fácil? ¿Difícil? ¿De verdad vivimos aislados o conocer (ciber)gente hoy es más fácil que nunca? Te amará hasta que decida marcharse así que no te preguntes por el qué pasará y disfruta el instante. Mi abuelo murió y hay pocos dolores tan intensos. Aún me cuesta imaginar que al sentirme sola y buscarle dentro del sillón, no vaya encontrarle en su hueco. Ningún amante me dejó jamás un vacío tan grande.
Cerramos la tarde sin concretar un reencuentro. Mañana cada una acudirá a su trabajo, en puntos de la ciudad totalmente opuestos, con la certeza de que algo en su interior se revuelve como un niño nervioso antes del primer día de colegio. En compañías así es fácil tomarse una carne pesada sin agua ni pan, y no atragantarse. Éstas son de verdad, compañías que inspiran.
Comentarios
Ya casi no te comento... pero me gusta leerte. Me gusta sentirte.
No se ha de abandonar la fe en la expresión de uno mismo.
Por supuesto que no puedes dejar de escribir. Que no te falte jamás el bolígrafo.
Que nunca me falte vuestra mirada interesada.