CARTA DE AJUSTE

“Quince para las nueve –decía- aún tengo tiempo para un café, ¿quieres que te suba algo?” y tras una sonrisa solía fijarse en mis medias o el broche de mi solapa. 
Así era y así siempre la recordaré, ya que no pudo despedirse. Hoy, como ayer, sigue levantándose puntualmente a las siete y de igual manera le sobra tiempo para un café. Absorta ante la pantalla gris de la televisión apagada piensa en qué hacer para rellenar la mañana. Como ya no cree en nada ni en nadie, ha vuelto a fumar.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Casi a la fuerza tenemos que centrar nuestra vida en el trabajo, donde vivimos, en que horario, a que dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo... y luego sin embargo aceptar ser no más que marionetas en ese campo de juego.
marta mediano ha dicho que…
Y sin "casi", fuente de sed, "a la fuerza". Lo del horario laboral en España calentando sillón es una vergüenza.

Al final, pasan las semanas, y la sensación de quienes trabajan (mínimo) ocho horas, es que lo único que han hecho es trabajar.
Valli ha dicho que…
Menos mal que de vez en cuando sintonizamos este rinconcito de aqui y decimos.."Siempre hay tiempo para una entrada. ¿Quieres que te comente algo?" :) Muy buenas historias ultimamente: breves pero con mucho, mucho sentimiento.
Vanne ha dicho que…
aunque fumar no es la solución, es bonito recordar cada mañana a una persona de esa forma :)
Domingo ha dicho que…
¿No cree ni en ella misma? Porque eso ya es peor.
marta mediano ha dicho que…
Gracias, Valli :)
marta mediano ha dicho que…
Sí, Vanne, al final nos definimos por gestos, momentos. Lo importante es no olvidar.
marta mediano ha dicho que…
Pues yo diría que tras algo así, muy difícil es que no te tiemblen un poco los cimientos, Domin.

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