CAMBIO DE PAPELES

 Me gusta que pienses que pueda guardar en alguna de mis cajas de hojalata, mapas o instrucciones capaces de hacerte entender la vida cuando no todo son aplausos y rock n roll.

Bravo Murillo apesta, y tras cinco locales de kebah, mis lágrimas se ha transformado en gasolina. No soy una virgen a la que encerrar tras un cristal y venerar. Y no es verdad que me rindiera.

Desde que ya no estás aquí, Madrid parece haberme regalado una eterna primavera. Mientras, la gente me mira con pena y me pregunta si estoy bien. Sinceramente, creo que no estoy a tu altura.

¿Cuánto se tarda en olvidar a alguien? Me gusta tu inocencia al preguntar. Tu necesidad de respuestas. Que pienses que yo pueda guardar, en alguna de mis cajas de hojalata, instrucciones o un mapa, capaces de hacerte comprender la vida cuando no todo son aplausos y rock and roll.

No lo sé. A veces, una mordida en el labio. Otras, ciento cincuenta resacas. Dos décadas y una nueva mujer. Un par de minutos tras despertar de nuevo sola en la habitación de un hotel. Un mes. Cuarenta y tres llamadas de auxilio a las 5 de la madrigada. Tres años. El registro del olor de otro cuerpo en tu pituitaria. Seis semanas y dos citas a ciegas con amigos de amigas que sabes no estarán a tu altura. Veinticuatro horas. Jamás.

El amor es caprichoso, despiadado e incierto, y te atraviesa en cualquier antro de extrarradio a la tercera cerveza. Y aunque tus ojos tristes no me piensen, no soy tan fuerte, ni tan necia como para renunciar a ti.

 Estate tranquilo, ella te olvidará.

Comentarios

Entradas populares de este blog

CÓMO NO ME VAS A QUERER

B.

CARTA-CANCIÓN