A SU SERVICIO

No tengo fuerzas ni para disimular lo que me pesa este cuerpo. 

Nunca he estado en Alaska. Ni en Canadá. Ni en ningún bosque lo suficientemente espeso donde encender una hoguera y quemar malvaviscos a la luz de la luna. Ni siquiera hablo inglés, aunque confieso que en él encuentro melodías que me trasladan a espacios de calma, profundos refugios donde me siento abrazada. Melancholia, Leonard Cohen recita/canta/derrama Famous blue raincoat, sobre mis apuntes de Psicología.

No sé qué hago aquí. Precisamente hoy que ni siquiera me siento capaz de hacer lo que más disfruto: criticar a los niñatos con castellanos que no respetan el silencio sagrado en una biblioteca. ¡Quiéreme, quiéreme, por favor, no me dejes sola!", no tengo fuerzas ni para disimular lo que me pesa este cuerpo. No miro a nadie a la cara. Camino cabizbaja. Me siento en pijama, y no creo que alcance los objetivos marcados.

Quizá haya conseguido arrastrarla hasta aquí, pero ni mi efectividad, ni mi constancia, ni mis "deberías" van a conseguir doblegarla. Estoy al servicio de ella, y, ¿sabes qué?Seguramente sea mejor así.

Comentarios

Entradas populares de este blog

B.

CÓMO NO ME VAS A QUERER

CARTA-CANCIÓN