REQUIESCAT IN PACE

Los finales dobles, aún rebajados con hielo, siempre me dejan una terrible resaca.

Los finales de los finales -esos momentos en que todo da vueltas a tu alrededor y tú has olvidado agarrarte a cualquier cosa sólida pegada al suelo-, deberían acabar en el "aunque ya no te quiero, siempre serás para mí una persona especial", y pasar de las segundas partes, aquellos"¿y por qué no podemos ser amigos?", que sólo traen desencantos ("Ha conseguido vivir sin mí"; "Mira cómo me habla, con que despreocupación, ¡ya no le importo una mierda!").

Porque las secuencias del amor una vez vividas, pitan muy feas cuando se revisan más tarde. Porque jamás volveremos a tocar el cielo a la salida del Metro de Quatre Chemins. Porque nunca más seremos los mismos, nosotros.  

Porque no hay nada más eterno y romántico que un "hasta nunca".

R.I.P NUESTRO AMOR

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