BOTELLAS VACÍAS
Los amigos no deberían dejar botellas de vino en casa. Tendría que existir una ley universal, tácita si se quiere, pero inquebrantable, que les obligara a marcharse con su botella en la mano si al final de una fiesta ésta no ha sido lo suficientemente destructora.
Junto a los libros descubro el arma homicida. No recordaba haberle bajado también las bragas. Me duele la cabeza, el estómago, y ya he visitado el baño más que a mi madre en el último año. 0.25 céntimos de euro han convertido el viejo parqué de mi cuarto en una superficie rugosa y brillante de sonrisa sueca. Ahora recuerdo que derramé -también sobre mi brazo- la vela Ikea Sensations al poner fin al ambiente íntimo y rídiculo de mi tarareo de los Stones. La imagen del Livin' La vida Loca me viene a la cabeza, y la escena aún me parece más patética. Si al menos la cera hubiera caído a partes iguales en un abdomen prieto y en la madera de Cumaru...
Lo siento, bebo sola, pero es que no me gusta este (mi) mundo.
Comentarios
Besos
Brindemos por tu blog!. Me gustan las cosas que dices Niña imantada.
Brindo por tu blog, niña. No cambies.
Un beso.