Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2015

AL LADRÓN

No, no me llamaste. No descolgaste el teléfono, ni rescataste mi número de una agenda olvidada.  No, no fuiste tú.  Mi corazón judeo cristiano,  mi caridad de los domingos y esta estúpida conciencia azul hicieron añicos mi orgullo de mujer herida una tarde en que bostezaba el sol.  Y entonces, una voz contestó al otro lado de la línea  sin decir ni mu ,  y una hora y un lugar se me vinieron a la cabeza. ¿Robarte una tarde, mi amor?  Si es que creo que perdí la media...