No son tanto las noches las que me duelen, son las mañanas, cuando te sueño. Caminé nuestras calles y las hice mías. Escuché tus canciones y les di un significado nuevo. Conduje por carreteras inciertas y abandoné en la primera gasolinera mi flojera de sueños y mi tendencia a mirar hacia atrás. Ya no son húmedas las noches ni los recuerdos tan tristes; ya no me condiciona la incertidumbre ni esa fe ilusa y tonta. Puede que las estrellas fallaran, que esta vez el firmamento rompiera con todo, pero eso no significa que no quede magia en la chistera para esta señorita. Porque hubo otros, porque hubo un tiempo en que elegí esta vida. El tiempo será juez y benefactor en esta historia y sabrá cerrar heridas y soplar vientos nuevos . Puede que suspire o puede que me quede aquí para siempre, pero no son tanto las noches las ...