¿Deberíamos dar gracias a quién nos rompió el corazón por hacernos ver lo que no queremos? En nuestra vida, al igual que en Economía, Moda o Sociedad, es posible identificar tendencias, flechas que suben y bajan en los años pares, o determinadas extensiones en gráficos circulares en la estación veraniega o el mes de febrero. En nuestras relaciones de pareja, por ejemplo. Yo me he fijado en gafapastas , barbudos, vividores, intelectuales, parlanchines o tímidos, y he salido con hombres que en un primer momento consideré resolutivos, valientes y seguros de sí mismos. Mi papel dentro de esa parte del cuento, solía consistir en escucharles y no eclipsarles su momento, al tiempo que introducía mis recurrentes consejos o mis pintorescas consideraciones . Yo, para ellos, era esa menudita y cándida niña, frágil y con miedo de rodar por la escalera. Ellos, hombres voraces, cuya fortaleza suprema emergía de títulos de libros escandinavos o películas sin catalogar, ridiculi...